Conocida por su teatralidad y largo repertorio de héroes y villanos dentro de la cultura popular, la lucha libre mexicana es uno de los espectáculos más aclamados por el público masivo. Además, se trata de un verdadero fenómeno cultural que ha construido una comunidad y un movimiento a su alrededor. También ha creado personajes casi míticos, como El Santo o Blue Demon, que hoy gozan de un estatus casi legendario. Incluso las generaciones más jóvenes, que nunca los vieron en el ring, saben de ellos gracias a toda una época del cine mexicano sobre lucha libre.
Cine de luchadores: una épica mexicana
Fue en el México de la década de 1950 donde nació el cine de luchadores. Normalmente con historias básicas donde el héroe enmascarado debía salvar al mundo de científicos locos, o pelear con monstruos, vampiros, momias o extraterrestres. Conforme estas películas adquirieron popularidad, se volvieron un género aparte, como los western, con sus propias reglas, glorias y fracasos. Fue hacia mediados de la década de 1970 cuando la popularidad del género decreció, aunque se siguieron produciendo películas de este tipo ya bien entrados los años 90.
Su encanto consiste en que se trata de un género que pone en escena los valores mismos que el espectáculo deportivo defiende. Nos recuerda que la “filosofía” del luchador se sirve de la fantasía, la aventura, la fuerza y el humor para una catarsis colectiva. El objetivo es que el espectador se sienta como si estuviera a un lado del ring.
5 joyas del cine de luchadores (y un bonus track)
Afortunadamente para los cinéfilos entusiastas de estos clásicos, muchos se pueden encontrar en plataformas digitales. Aquí te presentamos una breve selección:
1. Las momias de Guanajuato (1970)
Satán, el fantasma de un luchador del pasado que fuera vencido por un ancestro de El Santo, regresa de la muerte tras un siglo; despierta con sed de venganza en el museo de las momias de Guanajuato, donde éstas cobran vida y siembran el terror en la ciudad. Actúan El Santo, Blue Demon, Mil Máscaras y Elsa Cárdenas.
2. Neutrón, el enmascarado negro (1960)
Uno de los pocos casos en que el héroe de la película no era un luchador profesional, sino un personaje creado ex profeso para la filmación. La trama nos presenta al doctor Caronte y su grupo de científicos locos, quienes construyen una
bomba de neutrones con la que intentan chantajear al mundo libre para obtener el poder global. Pero aparece el héroe, Neutrón, quien, con ayuda del doctor Thomas y la reportera Nora, detienen a la banda criminal. Cuenta con las actuaciones de Julio Alemán, Claudio Brook (también actor de Simón del desierto, de Luis Buñuel), Rosita Arenas y Wolf Ruvinskis, uno de los villanos clásicos del cine mexicano.
3. Blue Demon y las arañas infernales (1968)
En la remota galaxia Aracnia, la reina galáctica se alimenta con los cerebros de seres de otros planetas; como el alimento escasea, sus súbditos deben salir a bordo de platillos voladores y buscar comida para su reina en planetas lejanos. Los extraterrestres pronto detectan que en la Tierra viven personas con cerebros poderosos y Blue Demon debe detener la invasión de arañas del espacio exterior.
4. Las vampiras (1969)
Con las actuaciones de John Carradine (quien apareció en diez películas de John Ford, entre otros títulos de una carrera estelar), María Duval, Pedro Armendáriz Jr. y Mil Máscaras, esta película de terror se estrenó en festivales internacionales de cine y logró un asombroso éxito en taquilla. Presenta a un grupo de milenarias mujeres vampiros, quienes reaparecen en busca de víctimas que alimenten y prolonguen una maldición.
5. Huracán Ramírez (1953)
Fue la primera de una serie de películas protagonizadas por el personaje titular: un joven que decide adoptar la identidad secreta del luchador enmascarado Huracán Ramírez, contra los deseos de su padre. Aunque el actor David Silva interpretó el papel principal, las escenas de lucha y las secuencias de acción fueron interpretadas por el luchador Eduardo Bonada, quien fue contratado para luchar como Huracán Ramírez luego del estreno de la película; sin embargo, sería reemplazado en todas las secuelas por el luchador Daniel García, quien popularizó el personaje y continuó luchando como Huracán Ramírez hasta su retiro de la lucha libre en 1988.
Bonus track: Lucha a muerte (1992)
Una de las últimas producciones del género; por su época pertenece a las películas que ya no se estrenaron en salas de cine, sino directamente en VHS. Los luchadores Octagón y Máscara Sagrada, que en sus ratos de ocio, son investigadores que luchan por el bien, descubren que unos delincuentes roban el Museo de Antropología de México, y deben evitar que las piezas arqueológicas salgan del país.
El Enmascarado de Plata y el cine de luchadores
Pero si tuviéramos que elegir sólo a un luchador para simbolizar esta época del cine mexicano, sin duda tendría que ser El Santo. También llamado el Enmascarado de Plata, este personaje fue para las películas de luchadores lo que John Wayne para los westerns, y luego un poco más. Desde 1952, gracias a un hábil manejo publicitario, pasó de ser sólo una figura de la lucha libre a una especie de superhéroe de historietas. Tenía una publicación semanal que llegó a vender miles de ejemplares regularmente.
Entonces, no fue ninguna gran sorpresa cuando incursionó en el cine en 1958, iniciando una larga carrera que abarcaría más de 50 filmes. Muchas de sus películas fueron un éxito de taquilla no sólo en México, sino en gran parte de América Latina, Europa y algunos lugares tan distantes como Líbano o Turquía. Incluso en ciertos círculos de Europa las películas de El Santo fueron consideradas verdaderas joyas de un supuesto cine surrealista mexicano, junto con las películas del célebre actor y director Juan Orol.
Decir que El Santo se convirtió en un icono nacional para todas las generaciones es no decir nada. Se calcula que unas 10 mil personas acudieron a despedirlo cuando murió de un infarto al miocardio y fue enterrado en Mausoleos del Ángel, el 5 de febrero de 1984. Y hoy día, junto con imágenes de la Virgen de Guadalupe y de Frida Kahlo, es un símbolo absoluto de la mexicanidad reivindicado por migrantes mexicanos en Estados Unidos.
En su pueblo natal, Tulancingo, Hidalgo, se encuentra el Museo de El Santo, con un acervo de más de 200 piezas, donde abundan fotografías, carteles, recortes de periódico y artículos personales, así como reseñas del luchador, desde sus inicios en los cuadriláteros hasta su paso por el cine, y por supuesto una sala de proyección permanente para toda la filmografía del Enmascarado de Plata.
¿Has visto alguna de las películas de El Santo? ¿Qué opinas del cine de luchadores? Déjanos saber qué piensas en los comentarios.