La leyenda de la sirena en Veracruz y Guerrero, México

En la música tradicional mexicana existe un son que se canta lo mismo dentro del repertorio tradicional huasteco y jarocho, que en el de la Costa Chica de Guerrero y el istmo de Tehuantepec en Oaxaca. Se trata de La Petenera, una canción inspirada en la leyenda de una hermosa joven que se convierte en sirena:

La Petenera nació de la primera María
De la primera María la Petenera nació.
Pero el mar se la llevó con el agua que corría
con el agua que corría y encantada se quedó
Con el agua que corría llevando espuma y arena
llevando espuma y arena con el agua que corría
así fue como nacía en el mar una sirena
.

Como todas las metamorfosis de mujeres hermosas que nos cuentan los mitos y leyendas, la joven se convirtió en sirena a causa de una transgresión. ¿Quieres saber cuál fue?

La leyenda de la sirena en Veracruz

En el imaginario veracruzano la mujer que se convirtió en sirena tiene nombre y apellidos, se llamaba, cuando era humana, Irene Saavedra González y vivía, durante los primeros años del siglo XX, en un pequeño pueblo huasteco llamado Rancho Nuevo, cerca de la laguna de Tamiahua en el norte de Veracruz.

Irene era una hermosa joven de piel morena, cabello negro y ojos aceitunados. Su padre, Abundio, había muerto. Su madre, Damacia, desde que quedó viuda, se había dedicado con fervor a servir a la Iglesia, siguiendo al pie de la letra todos los usos y costumbres de la fe católica, lo que incluía escuchar misa y no trabajar en los días santos.

Cuenta la leyenda que un Jueves Santo, Irene decidió ir a traer leña y, no contenta con eso, al regresar le dijo a su madre que quería bañarse porque estaba sucia y llena de polvo. Su madre le advirtió que no era correcto bañarse en Semana Santa, pero la joven le contestó que por lo menos iría a lavarse la cara.

Se dice que Damacia escuchó los gritos de su hija pidiendo ayuda. Cuando llegó a socorrerla vio a la joven transformarse un ser mitad mujer y mitad pez. Sus gritos se convirtieron en un cántico. Luego, una enorme ola la cubrió y la arrastró río abajo, rumbo a la laguna de Tamiahua.

Se cuenta que los pobladores de Rancho Nuevo quisieron ayudarla y la siguieron en sus embarcaciones hasta la laguna. Ahí apareció un buque fantasma e Irene, ya convertida en sirena, se subió de un salto y comenzó a gritar “peten ak, peten ak”, que en tének o lengua huasteca significa “giren, giren”. Los animales de la laguna giraron en torno a ella y formaron un remolino en el que se sumergió. De su grito, “peten ak”, se derivó el nombre de Petenera.

La Petenera con el grupo Tlen Huicani

La sirena se embarcó en un buque de madera.
La sirena se embarcó en un buque de madera.
Como el viento le faltó, ¡ay, la la la!

como el viento le faltó no pudo llegar a tierra
a medio mar se quedó cantando la Petenera

Cuenta la historia que Damacia regresaba a la laguna cada Jueves Santo con la esperanza de volver a ver su hija. No se sabe su alguna vez lo consiguió. Los que sí la vieron fueron los pescadores, quienes llegaban a ella guiados por su canto:

La Petenera en versión huasteca, interpretada por el grupo Tlacuatzin.

¡En noche de luna llena cómo gime la laguna!
¡En noche de luna llena cómo gime la laguna,
entre la espuma y la arena
, ¡ay la la lá!
entre la espuma y la arena la arboleda me susurra,
la arboleda me susurra el canto de la sirena.

Se dice que cuando los pescadores escuchan el canto de la sirena se sienten tan hechizados por su belleza que encontrarla se convierte en su mayor anhelo. Sin embargo, cuando algún pescador llega a toparse con ella, la Petenera voltea su lancha y embravece las olas para ahogarlo. De cualquier modo, quien escucha el canto de la sirena no vuelve a ser el mismo: si la encuentra, también encuentra a la muerte. Si no la encuentra, se siente para siempre desdichado.

La leyenda de la sirena guerrerense

En el estado de Guerrero se cuenta una historia muy parecida, sólo que la hermosa joven se llamaba Cira y vivía en Azoyú, un pueblo de la Costa Chica de Guerrero, y no sale a cortar leña sino a lavar en el río. Cuanta la leyenda que hacía tanto calor y el agua estaba tan fresca, que decidió meterse a nadar en una poza. Cuando el agua cubrió sus piernas, estas se transformaron en una cola de pescado.

A diferencia de la sirena Veracruzana, Cira no se convierte en un ser malvado, sino que se queda dentro del agua porque se siente avergonzada por haber desobedecido a su madre. Su hermoso canto no es para atraer a los hombres, sino para expresar su tristeza, aunque tiene el mismo efecto en quienes la escuchan: provoca el anhelo de encontrarla.

Según otra versión de la misma historia, Cira se escapaba al río para ver a su novio, de ahí la urgencia de ir a lavar aunque fuera Jueves Santo, y por eso es castigada. También por eso los versos de la versión guerrerense de La Petenera son distintos y en ellos se alude más bien a los escapes de la mujer al río con el pretexto de ir a lavar:

La Petenera en la versión guerrerense, interpretada por el trio Semita y Toronjil del estado de Guerrero

Dicen que la Petenera es una santa mujer.
que se va a lavar de tarde y llega al amanecer.

Dicen que la Petenera es una mujer bonita
que se va a lavar de tarde y llega a la mañanita.

Dicen que la Petenera es una mujer honrada.
que se va a lavar de tarde y viene de madrugada.

¿Por qué existen leyendas tan similares en distintas regiones de México? Existen algunas hipótesis respecto a su origen.

Origen de La Petenera y de la leyenda de la sirena

Aunque las versiones de La Petenera más populares tienen ritmos tradicionales que fueron producidos por el mestizaje, como el son jarocho o el huasteco, existen versiones más antiguas que datan del siglo XVIII, en las que la letra, aunque también cuenta la historia de la doncella que se transformo en sirena, se centra más en la nostalgia de los marineros durante su estancia en altamar y de allí que su ritmo no sea festivo:

Una doncella se fue a vivir al mar profundo.
Una doncella se fue a vivir al mar profundo,
pero antenoche soñé que en algún lugar del mundo,
que en algún lugar del mundo cantando la encontraré.

Quien le puso Petenera, no la supo bautizar
Quien le puso Petenera, no la supo bautizar
le hubiera puesto siquiera, la musa de mi cantar
La musa de mi cantar y en mi corazón viviera

Lo más probable es que la leyenda de la sirena, a la que alude la canción, haya sido usada por los evangelizadores para persuadir a los habitantes del México prehispánico para que adoptaran la costumbre, a sus ojos tan extraña, de no bañarse en semana santa.

¿Conocías la historia de la Petenera? ¿Existen leyendas de sirenas en donde vives? ¡Cuéntanos!

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2 thoughts on “La leyenda de la sirena en Veracruz y Guerrero, México

    1. Tienes razón, el hecho de que la metamorfosis sea para salvarla y no para castigarla marca toda la diferencia. ¡Muchas gracias por compartir!

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